Costa del Azahar

Así se denomina a la costa que comprende los más de 110 km de arenales de la provincia de Catellón. El naranjo es el árbol por excelencia de esta costa, y "el Azahar" que es su flor, es la que le da el nombre.
La provincia de Castellón es, además, la segunda más montañosa de España, por lo que se conjuga perfectamente y, en muy pocos kilómetros de distancia, las limpias playas del litoral con una orografía agreste en el interior que va declinando a medida que se acerca a la costa. Las poblaciones de Vinaroz, Peñíscola y Oropesa del mar (donde se encuentra Marina D´Or, uno de los complejos hoteleros más grandes de España) son los destinos costeros más turísticos, sin olvidarnos de Benicàssim, la cuna del turismo castellonense. No obstante, en la actualidad empiezan a florecer otros destinos como Benicarló.
Aunque quizá destaque más el turismo costero, las tierras del interior castellonense, son tierras variopintas con atractivos más que suficientes para ser conocidas de manera tranquila. En ellas podemos contemplar tanto los grandes atractivos naturales que ofrecen, como los muchos municipios en los que el viajero descubrirá un gran legado cultural, junto a usos y costumbres que perviven al paso del tiempo haciendo de estas tierras lugar excepcional para pasar unas vacaciones diferentes en contacto con el mundo rural muchas veces intacto. Dentro de esos municipios podemos destacar:
-En la zona norte de la provincia está Morella, ciudad turística por excelencia, la cual está dotada de innumerables monumentos, que son testigos de su intensa e importante historia. Tiene Morella y sus alrededores una amplia oferta de restaurantes, hoteles y viviendas de turismo rural, casas antiguas que se han rehabilitado y donde se puede disfrutar de un magnífica estancia.
-Sant Mateu, ciudad de notable monumentalidad, se extiende hasta el macizo del Penyagolosa,comarca donde el turismo de salud tiene sus dos máximos exponentes en Catí (balneario de l’Avellà) y Benassal (balneario de la Font en Segures).
-Otros municioios como Vilafamés, Vila-real, u Onda poseen una dilatada historia y un patrimonio artístico digno de una visita detallada.
La "Costa del Azahar", además, dispone de una amplia red de senderos que permiten al visitante integrarse en la naturaleza acercándole a lugares a los que es imposible acceder de otro modo. La práctica de múltiples actividades deportivas y de aventura permiten al viajero disfrutar de su actividad preferida adentrándose se en parajes espectaculares, donde espesos bosques, paisajes mediterráneos y agrestes montañas ofrecerán todo su esplendor y en los que podrá encontrar buenas fuentes de agua fresca donde saciar su sed.